viernes, 30 de marzo de 2012

Tato.

Se trata de mi gato. Es dorado, anillado, semejante a un tigre diminuto. Su primer nombre "Angel" lo recibió de Roberto, mi esposo. Todavía no nos habíamos casado, yo estaba en Montevideo, él en Buenos Aires. Una mañana, Roberto entra a un negocio en Belgrano y aparece de pronto un gatito chiquitito que se sube por su pantalón, luego por el brazo hasta instalarse en la nuca. No hubo forma de soltarlo. El dueño del negocio dijo "Quiere irse con usted; ¿lo acepta? Yo me quedo con la hermanita. Nacieron aquí en la vía". Roberto dijo que si y se lo llevó a su departamento. Le puso "Ángel", entonces. Pero, después, ya estando juntos los tres, preferí llamarlo "Tato", un nombre más gutural, no se...al de "Ángel" no respondía mucho.
Swami Ramana, por cierto, un hombre santo de la India,fue consultado por una mujer que no encontraba la forma de creer, de comunicarse con Dios. El Swami le preguntó: "¿Hay algo o alguien que usted ame mucho?" la mujer, con los ojos brillantes, respondió; "¡ Si, a mi sobrinita"! "Ahí tiene a Dios" , concluyó Swami Ramana.
¿Por qué cuento ésto? Porque en esta criatura felina, tan bella, tan llena de misterio y de magia, de puro asombro me encuentro con Dios. Paso mucho tiempo contemplándolo. Los dos hemos aprendido a entendernos, hay dos o tres palabras que comprende perfectamente...mas todo lo demás, me parece. Por cierto, no me quiere como a Roberto. Roberto le pertenece, como toda la casa, y toma posesión de él de muchas formas. A mi...aprendió a tolerarme hasta que un día comenzamos a jugar a la pelota. Pero no me engaño: conmigo es apenas condescendiente. Lo puedo comprender. Si se sienta sobre las rodillas de Roberto, apenas cruza las piernas, se trepa y se instala, me mira victorioso como diciendo "es mío". Las pocas veces que se digna instalarse en mi regazo, marca la diferencia. Sabe que soy mujer. Apoya la cabeza sobre mi pecho, y con las manos me lo acaricia, como si yo fuera su mamá. También, además de conocer la palabra "sol" y correr a buscar las lagunas de luz en el balcón, cuando tiene ganas comprende "vení" y por supuesto "vamos a comer", aunque se adelanta siempre, parándose frente a la heladera. Con un aire absolutamente autoritario. Seguro, él no olvida que es el dueño de casa y de nosotros. Pero...cuando advierte que me siento mal, que estoy algo enferma, se sube a la cama y se acuesta sobre mi y se queda por horas y yo percibo que me está sanando. Cuando Roberto retornó a casa luego de pasar por una cirugía, apenas se acostó, Tato se encaramó en la almohada y le lamió la cabeza toda la noche. Creo que sabe mucho más de nosotros que nosotros de él. También es pícaro y rapaz, sin duda. Y fiel en su estilo. Ama la música, escucha quedándose muy quieto, cruzando las patitas y cerrando los ojos. Y...eso si: cuando me siento en silencio, relajada, abriéndome a la meditación, se echa a mis pies. Creo que es un felino devoto, quizá preparándose para nacer como un niño en su próxima visita a esta vida. Quién podría saberlo.
Tenía necesidad de hablar, de escribir sobre Tato. En medio de acontecimientos muy fuertes, muy crueles que no puedo dejar de considerar cuando escribo en este blog...deseaba honrar a esta bella, enigmática criatura, tan difícil de conocer como Dios...pero que trae un encanto, una gracia cotidiana a mi vida.

jueves, 22 de marzo de 2012

Aguamar

Hay chispas de tristeza en mi contento. No está mal la tristeza. No invade. Se desvanece dejando rastros de perfume, de sabores, obsequios y quizá disculpas por haber atravesado la senda de mi cotidiano contento. A veces toda mi casa es una laguna de silencio. Ese silencio es deseable..alrededor, más allá de la puerta y del diminuto jardín, la ciudad ruge. Pero el silencio es más poderoso, se deja caer dentro de mi, y me sueño en una isla,y el mar que llevo en mi despierta y se desborda y me cubre como en la playa de mi infancia. Crecí, tuve que alejarme, naufragué y me aprisionó la ciudad pero el aguamar se vino en mi.
Entre dos luces brilla sobre mi la luna creciente. Me deslizo por el agua boca arriba, nado espalda suavemente, mis brazos alas bajan por los costados de mi cabeza, rozan mis orejas alternando y se hunden en mi aguamar. Envidio a peces y sirenas que en ella viven y mueren aunque intuyo la abrumadora existencia de la profundidad. Pero tan sólo soy una mujer enamorada del agua. Nacida bajo el signo de Cáncer, predestinada al romance con el elemento madre, agua amadrinada por la luna. Y así vivo, mecida por mis dos madres hasta que despiertro en mi isla de silencio, de nuevo rehén de la ciudad.
Algo me quiere contar mi aguamar. Agua memoriosa que se lamente inundando mis ojos. Aguamar sufre, soporta indiferencias y contaminación, miradas que no se conmueven con sus colores cambiantes, pieles que ya no se deleitan con sus fríos, sus tibiezas, sus caricias, sus golpes y sus explosiones de espuma. Pero yo le soy fiel, es parte de mi y la honro y cada día le recito mi desagravio, agua de mi amor, agua arroyo, agua lago, agua cañada, agua río, agua torrente, agua salada, agua dulce, aguamar, aguaocéano, agua misteriosa, agua insondable, agua inabarcable, amante del sol para reverdecer la tierra que la olvida y niega, agua generosa, agua enfurecida, agua desmadrada, agua mágica.Agua viva. Mi aguamar. En mi te cuido y te venero aunque no alcance.

miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Un suspiro la vida?

...Veinte años no es nada...¿Y nueve años es más nada? ¿Son más nada? A mi...hubo años que me parecieron siglos, y los hubo que fueron suspiros. ¿Cómo se sienten nueve años si te invaden, si invaden tu país buscando armas que no existen...pero buscando otra cosa, petróleo, por ejemplo, que sí existe? Entraron muy bien pertrehados de armas, se quedaron, te sacaron el dictador que tenías (que seguramente detestabas pero su destino era cosa tuya y de nadie más), te implantaron un gobierno obsecuente, pseudo democrático, tu música se convirtió en bombardeos, las armas que creían que tu país tenía no aparecieron nunca, pero se quedaron igual, a tu ex dictador lo ajusticiaron frente a las cámaras de televisión para que el mundo aprendiera...y tu, a lo largo de esos nuve años, veías caer gente muerta a tu alrededor, tal vez gente tuya, de tu sangre, y se desmoronaban edificios, y el paisaje urbano dejó de existir, se convirtió en algo abominable, y sentiste miedo un día tras otro, tal vez te hirieron, tal vez estuviste a punto de morir...y tu amigos iban desapareciendo...el olor de tu ciudad era otro...las calles irreconocibles y si cambiabas de ciudad era igual...Si. Por cierto. viviendo, sobreviviendo así...nueve años es demasiado. Hoy hace nueve años que comenzó la invasión y guerra en Irak, tu amado país. Bagdad ya no es la de Arum al Raschid, aquel rey que recorría disfrazado la ciudad, te cuesta creer que la belleza de la Mil y una Noches floreciera en esta tierra tuya devastada...Ah, todo es un sueño lejano...Nueve años viviendo así, son nueve siglos...y alguna vez tu país se asoció al invasor para guerrear con un país vecino...pero los invasores se olvidaron de todo...jamás agradecen nada. Yo no soy más que una mujer, una más de América del sur, del río de la Plata. Aquí aprendimos a sufrir, también. De otra manera, igualmente terrible, pero...distinta. Quiero que sepas que me pesan tus nueve años de infame guerra, tan innecesaria como todas las guerras, quiero que sepas que me he apropiado de tu dolor y de tu espanto, lo he ido haciendo mío a medida que se iban sumando estos años de barbarie sobre ti. Y aunque no te alivie nada...te abrazo desde el sur y lloro por ti porque he aprendido a llorar por mi. Porque tu causa es la mía, ha sido la mía, y podría volver a ser la mía...porque ¿quién sabe el alcance de la demente ambición de los que manejan el Imperio? Cuenta conmigo, con mi corazón, con mi memoria, con mi grito de solidaridad, hijo, hija de Irak.

martes, 20 de marzo de 2012

De las almas muertas.

La sola existencia de la palabra "desalmado"...da cuenta de que el alma puede desparecer, morir. Y ¿que queda en un hombre desprovisto de alma? ¿Podremos reconocerlos? Porque son temibles, aunque no están libres de las inexorables, imprevisibles leyes de la vida. La muerte se desliza junto a ellos, aunque sean envanecidos y todopoderosos empresarios, aunque sean marines entrenados para matar por motivos que ignoran pero que son útiles para otros que no empuñan armas pero que sonriendo son aun más despiadados. También a éstos la muerte los sigue como una sombra inexorable. Pero quienes han deshechado el alma creen que pueden hacerle el trabajo a la muerte. En Toulouse, en un colegio hebreo, un francotirador, asesina a un profesor y a tres pequeños niños judíos que serán velados en Israel. El presidente de Francia se espanta, pide un minto de silencio, pero para congraciarse con sus posibles electores prepara proponer una ley para expulsar a los migrantes. Bélgica, que siempre ha dado buena acogida a los extranjeros, planea expulsarlos y negar la entrada a nuevos migrantes. En Palestina. niños son torturados, y muertos por israelíes, y se usan armas con fósforo blaco que causan heridas atroces, y en Europa se crea un nuevo "Club" de ciegos poderosos, el flamante Club Alemán...En Argentina, al joven vice ministro de Economía, Axel Zikilof, temible para la oposición por su esclarecida inteligencia, desde la más rancia y hegémonica empresa de comunicación, se le encuentran como elementos peligrosos para su gestión, que sea comunista,judío, nieto de un Rabino, y analista. Todo ésto parece un puzzle de locura. Pero los sin alma, las almas muertas, la inteligencia divorciada del corazón está creando un entorno apocalíptico insoportable. en tanto, los que conservan su alma...consuelan a Dios ante tanto horror.