viernes, 7 de octubre de 2011

Miradas

A veces tengo la impresión de que hay, desde algunas visiones, maneras muy parciales de considerar y hasta de categorizar el dolor, las tragedias. Como si hubiere dolores dignos de consideración y lamentaciones agudas y públicas, y sufrimientos para pasar por alto, minimizar, justificar o...sencillamente ignorar. Hemos guardado minutos de silencio por los muertos en las Torres Gemelas, por las víctimas de atentados en Madrid, en Londres. (Aquí en Argentina cuando ocurrieron los atentados contra la Embajada de Israel y la Amia). A comienzos de cada agosto recordamos las explosiones atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, una incalificable y atroz decisión del Sr. Truman "para salvar la vida de miles de norteamericanos", aunque soldados de Estados Unidos siguieron muriendo o quedando mutilados en Corea, Vietnam, como ahora en Irak y Afganistán). Si, cierto, hemos honrado con nuestro silencio a tantas víctimas, y esos minutos aun hechos con respeto y compasión...no son nada en comparación con la experiencia de cada víctima. La palabra "missing", "desparecido" se escucha por todas partes. Desaparecidos durante las dictaduras feroces de América del Sur, de América Central y de tantos lugares del planeta. Desaparecidos, secuestrados, niños asesinados por dinero,, hombres y mujeres ejecutados sumariamente o arrojados al mar, decapitaciones (pensar en México) y para los victimarios sobran las justificaciones con las que enmascaran su codicia insaciable. Por ello las guerras preventivas, convenientes, siempre lejos de quienes deciden y empujan a sus jóvenes a torturar y masacrar, previamente entrenados para matar. Hay estadísticas de las bajas norteamericanas pero...¿las hay de los inumerable muertos en Irak, Afganistán, Palestina y ahora S
iria, Libia....Pensemos no solamente en los niños asesinados sino en los huérfanos, confundidos en medio del peligro y con sus hogares deshechos, desmantelados. ¿Hay perdón para los perpetradores? ¿En especial si consideramos que no existe la mínima voluntad de reparación? Y aunque la hubiere...levantando las casas destruídas, los muertos seguirán muertos. Y la presencia de los muertos es poderosa, irreparable, definitiva. Terriblemente silenciosa. Y no hay venganza posible, sino juicios, como a los que van siendo sometidos los criminales de la dictadura argentina. "Justicia" es lo que las Madres de Plaza de Mayo, y los padres, y las Abuelas han solicitado y lo que el gobierno promueve, para no guardar semejanza alguna con las bestialidades cometidas en las sombras. Pero...los desaparecidos, los muertos estarán para siempre con su silencioso, terrible argumento. ¿Tiene valor el arrepentimiento cuando ya no hay posibilidad de reparación? No puedo responder ésto.
Soy consciente de que escribo en un marco de bienestar hogareño...tan vulnerable como cualquier otro, es verdad. Pero queda una pregunta: ¿dónde, cuándo, y de qué manera se dará el gran paso que sigue a las denuncias, a las investigaciones, a los desenmascaramientos de Wiki Leads, a toda esa verdad innegable que estalla y desnuda todo? ¿¿Los pueblos presionados victimizados con ajustes que les quiebran el futuro encontrarán la fuerza suficiente para desmantelar las corporaciones ocultas, aunque ya no tanto, detrás de gobiernos vendidos, agachados por el neoliberalismo? La historia ya conoce que el hambre es el límite...aunque siga ignorado por los responsables. Cuando faltó el pan, en Francia, los reyes cayeron, cayeron sus cabezas. Es cierto que, como la Hidra de Lerna, se han acostumbrado a retornar. Pero algo me dice...que tenemos circunstancias y tecnología a favor. Observo y espero.