domingo, 27 de febrero de 2011

Cuidado con las comparaciones.

Las comparaciones hechas fuera de contexto y con mala fe indisimulable no solamente no honran a nadie sino que denuncian por sí mismas la pobreza de espíritu y la imposibilidad de percibir la verdad de quienes las pronuncian. Ejemplo: El Sr. Aguinis diciendo, en el programa del Sr. Grondona y con su beneplácito, espantados ambos de la respuesta de los jóvenes ante este tiempo de cambio que han generado las gestiones kirchneristas, que recordaba a los niños y jóvenes honrando con flores a Hitler. También he escuchado algo parecido en alguna mesa de café concheta: comparar a Cristina Fernández con Hitler. Es verdad que la juventud hitlerista fue apasionada (tenemos un Papa que militó en ellas y de éso pocos dicen algo). Pero mientras niños y jóvenes rodeaban a Hitler, se perseguían y se asesinaban masivamente judíos, religiosos, intelectuales, gitanos, comunistas, discapacitados, homosexuales. Los campos de concentración desbordaban continuamente. Actualmente, en Argentina, ¿ alguien se atreverá a declarar que hay campos de concentración, que hay limitaciones para expresarse libremente, que se tortura y desaparecen disidentes del gobierno? Por el contrario la única y notoria desaparición de Julio López ha sido el resultado de un residuo peligroso y mimetizado de la dictadura porque dio un valiente testimonio. Se cuenta con una Ley de Matrimonio Igualitarioque deja claro que los homosexuales no serán ni excluídos ni encerrados y se respetan y cuidan los derechos de las personas con discapacidades. Y hay un notorio y poderoso empeño en debilitar el racismo que caracteriza a ciertas clases de nariz levantada. ¿De qué ciega ignorancia o de que perversidad surgen las comparaciones? Señores, reconsideren sus palabras porque las palabras no vuelven a la boca.

1 comentario:

  1. esta publicación me parece atinada y una vez mas desnuda las bajas intenciones de un sector que no tiene capacidad ni dignidad politica. Solo defienden intereses personales y sectoriales acosta de lo que sea.Bien.

    Roberto

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